sábado, 19 de marzo de 2011

Trabajo Isocinético

Este entrenamiento consiste en una disciplina novedosa aunque ya consolidada, a caballo entre diferentes campos: la rehabilitación, la medicina deportiva, la traumatología... su aportación ha sido confirmada por numerosos estudios en los últimos años.

Como en la práctica era imposible desarrollar máxima fuerza muscular en todos los ángulos del recorrido articular mediante un entrenamiento isotónico surgió el entrenamiento isocinético

Fue un biomecánico de origen norteamericano, llamado James Perrine, el que diseño y construyó una máquina en el año 1967 para solventar este inconveniente, la máquina fue llamada Cyber-Exercice, fué la primera de esta especie y fue lanzada al mercado por la compañía Technicon Cybex, permitía una velocidad de movimiento de 0º a 25º y  en sus comienzos fue utilizada en el campo de la kinesiología para la rehabilitación, luego con el tiempo fue incorporándose al campo deportivo.

Valoración muscular
Por un lado permite una valoración cuantitativa y cualitativa objetiva de la función muscular. Disfunciones osteo-articulares originadas o mantenidas por desequilibrios musculares, no detectables con otros exámenes o pruebas diagnósticas pueden así ser confirmados, descartados o seguidos en su evolución

Rehabilitación isocinética: se trata de un trabajo específico, controlado cuanti y cualitativamente en un entorno de total seguridad.



Función preventiva
Ciertos desequilibrios musculares predisponen a sufrir lesiones graves del aparato locomotor, la isocinética nos permite tanto detectar estas situaciones de riesgo como corregirlas.


Versatilidad
El dinamómetro isocinético nos permite evaluar y trabajar con diferentes regiones anatómicas. La articulación en la que se tiene mas experiencia es la rodilla, la utilidad de la isocinética es evidente en la rehabilitación de las lesiones de ligamentos pero también en las tendinopatías crónicas e inclusive en las rodillas artrósicas podemos sacar beneficio.

El hombro es la otra gran articulación que se puede beneficiar de las aportaciones de la isocinética, pero de hecho el dinamómetro isocinético tiene una gran adaptabilidad y nos permite evaluar y rehabilitar otras articulaciones (codo, muñeca, tobillo...).

Dichas máquinas constan de un dispositivo que permite controlar y regular la velocidad de movimiento, con lo cual dicha velocidad se mantiene constante cualquiera que sea la tensión ejercida por los músculos que producen la contracción.

Debemos destacar que si intentamos realizar el movimiento lo más rápido posible, la tensión producida será máxima durante todo el recorrido pero la velocidad seguirá siendo constante. 
Estos dispositivos permiten predeterminar la velocidad del movimiento, pudiendo variar de 0º a 200º por segundo, cabe destacar que muchas actividades deportivas  no superan los 100º por segundo.

A modo resumen

  • El entrenamiento isocinético a bajas velocidades de movimiento produce aumentos de fuerza pero solo a velocidades de movimiento bajas.
  • Por el contrario el entrenamiento isocinético a altas velocidades de movimiento produce un incremento de la fuerza tanto a altas como a bajas velocidades, es decir que mejora la fuerza a todas las velocidades posibles de movimiento.
  • También el entrenamiento a altas velocidades mejora la resistencia muscular a altas velocidades en mayor medida que el entrenamiento a baja velocidad aumenta la resistencia a bajas velocidades de movimiento.


 
 

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